miércoles, 26 de diciembre de 2012

Primera porción: Pizzería Angelín


Angelín – Av. Córdoba 5270, Villa Crespo. Fundada en 1938, se autoproclaman “creadores de la pizza canchera”. De rápido expendio de comida y salón con barra para acodarse, contiene además un salón trasero para quien quiere pasar horas y horas y un balcón francés colgado a la pared, que seguramente guarda recuerdos de cada uno que lo visitamos. 

CRITICA DE MM
Empanada: Frita, buena presencia, textura y masa excelentes a la vista, pintaba para crack... Pero el relleno estaba frío. Buen sabor, pero esperaba que cumpliera las mínimas expectativas. Decepcionante. Puntaje: 3. 

Fugazzeta: No pasa desapercibida pero está ahí eh... aprueba por el gratinado. Puntaje: 4.

Muzzarella: Deliciosa e inigualable. La muzzarela de este lugar es de mis preferidas. El tomate dulce está elaborado con una dedicación que pinta la porción con un toque distintivo. Puntaje: 6.

Notas del lugar: Tengo que confesar que Angelín es de mis lugares pizzeros preferidos. Su parquedad decorativa, sus espacios para comer, la velocidad, la calidad de las pizzas, hacen de este un lugar imperdible y de visita obligatoria. Larga vida a Angelín!

CRITICA DE PM
Empanada: Arrancó hermosa como una morocha que enamoraba, pero terminó siendo una rubia hueca, insulsa y fría. Al parecer a determinada hora, las empanadas van del freezer directo al aceite humeante, pero el no tener un correcto manejo de las temperaturas hacen que por afuera este cocida, pero por dentro casi congelada.  Puntaje: 4.

Fugazzeta: Si bien sigue el estilo retacón como marcador de punta de la década del 80, la suerte me envió una porción bastante regada de queso y cebolla. La combinación de ambos ingredientes dejó buen recuerdo en el paladar, pero le faltó personalidad para transformarse en algo mucho más convincente. Puntaje: 5.


Muzzarella: Porción pequeña, casi chatita, minúscula y tímida. Cuando la probás muestra la misma timidez en el queso que contrasta con el ímpetu que la salsa le pone. Pero no alcanza. Entonces, un goloso de ley le decide dar una chance más, va por la revancha y… más de lo mismo. Una salida en falso del arquero en el córner, un marcador central brasileño queriendo salir jugando con cabeza levantada, un centrito para que le salgan chichones a los defensores rivales. Puntaje: 3. 


Notas del lugar: Desde la calle atrae su aroma a aceite que fríe las empanadas, tienta como cuando de chico pasábamos cerca de un vendedor de garrapiñadas que tiraba azúcar apropósito en su perol de cobre para que el olor cubra toda la cuadra. Las empanadas salen rápido pero para la pizza al corte hay que tener suerte de que esté recién hecha, la que uno quiere comer. Lo más rescatable es la tradición que se mantiene casi intacta, dentro de un barrio lleno de “caras conchetas y miradas berretas”


CRITICA DE LP
Empanada: Pero que rica masa la de esta empanada frita señor! Creo que la disfrute la masa aceitosa como nunca ya que la carne...la caaaarneee....todavía la estoy buscando!! Flaca, granulienta por el aceite caliente, y un relleno sabroso desperdiciado por la frialdad (literal) de su contenido y su escases pronunciada. Fue como ver un clásico a puertas cerradas. Tiene todo para ser una gran empanada...de usted depende señor repulgador... de usted depende!! Puntaje: 4.

Fugazzeta: Llego a casa, agarro la prepizza de la heladera, pico mucha cebolla, la salteo, le incorporo toda la muzza que me queda y al horno. La saco en el momento justo, y la disfruto como el mejor. La fugazzeta de Angelín representa lo típico de la cocina casera, que uno puede llegar a disfrutar mucho, pero con el particular gustito de una prepizza hecha en casa. Muy rica por cierto, pero sin ese no se qué que nos pide una fugazzeta al paso. Media masa para abajo, esponjosa ella, rica muzza, rica cebolla, dorado al punto, muy disfrutable en su esplendor, pero sin la personalidad que se esperaba y merecía. Puntaje: 5.

Muzzarella: Si hablo de salsa, no hablo del mítico baile alegrón caribeño...sino de la sorprendente la cantidad de tomate triturado que posee esta porción. Esa es su mayor característica y virtud, la dulzura de su exuberante salsa. Porción sencilla, media masa tirando a casi a la piedra y una cantidad muzzarella justa, hacen que uno le tome cariño por su humildad y pida repetición para ver si la próxima viene mejor...pero no. No deja suficientemente satisfecho al comensal ni en cantidad, ni tiene un sabor rutilante....de salsa no se puede vivir muchachos. Puntaje: 4

Notas del lugar: En una zona de outlets y bares de repunte, abre sus persianas un mítico pequeño local porteño, el cual se jacta ser el inventor de la pizza de cancha, Angelín. Lugar con todas las características que tiene que tener la pizza al paso. La particularidad que suma a nuestra visita, es que a medida que uno hace su pedido, en el mostrador le anotan en un cartón rectangular los valores del mismo, que luego de finalizar la jornada, el cajero suma con rapidez y eficacia.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Se viene una nueva temporada de Pizzerías de Barrio

Los calores porteños pronostican un verano pesado como tachero fanfarrón, y  los conocedores de las mejores pizzerías porteñas pronostican una nueva temporada de Pizzerías de Barrio para el deleite de todos los comensales.

Acá les dejamos una foto del backstage de este gran año que se aproxima.



En breve tendremos novedades.


viernes, 6 de enero de 2012

Cierre de la primera temporada de las Pizzerías de Barrio


En esta primera temporada hemos disfrutado de lo lindo con una variedad de pizzerías bien diferentes entre sí: las hubo buenas, malas, excelentes y sobresalientes. Las hubo media masa, a la piedra, mas grandes, más chicas, fritas, al horno (y al hornito eléctrico también)...en fin hubo para todos los gustos.

Acodados en alguna barra, compartimos con ustedes los puntajes de estas primeras 8 fabricantes de alegría en forma circular, con tomate (o cebolla, según el caso) y queso. 

Lo bueno es que no hubo heridos en el transcurso de la primera temporada y tampoco se lastimó ningún animal para la producción de este blog. Por lo que estamos en condiciones de arrancar en breve otra temporada de 8 pizzerías al paso para compartir con ustedes nuestras experiencias. 

En cuanto a los puntajes, las empanadas de "Punto y Banca" y "La Mezzetta" compartieron el primer puesto. La fugazzeta de "La Mezzetta" emuló a Nadia Comanechi y se llevó el primer y único puntaje perfecto. Mientras que la muzza de "El Fortín" se quedó en el escalón más alto. 


Les compartimos la tabla general de puntajes, para los fanáticos de las estadísticas. Aunque los frios números no reflejan el placer que nos dio realizar esta primera temporada.

TABLA GENERAL:

                  
Salud!

martes, 3 de enero de 2012

Octava poción: La Mezzetta

La Mezzetta - 02.01.12 - Alvarez Thomas y El Cano. Pizzería de poco espacio y mucha gente. De pocas variedades de pizzas y mucho sabor en sus porciones. Sin delivery pero con infinidad de fieles. Se puede uno acodar en la barra y comer dialogando cara a cara con los pizzeros. En las paredes hay algunos recuerdos, notas de prensa, volantes de actividades del barrio, y tampoco faltan fotos de los fundadores y orígenes del lugar. Precio del combo con gaseosa: $25,75.

CRITICA DE MM
Empanada: Mítica empanada del barrio. Masa gruesa, casera, relleno sustancioso como para alimentar a un pueblo hambriento entero. No es jugosa, pero tiene una humedad constante muy presente. Puntaje:6 

Fugazzeta: La Coca Sarli de las Fugazzetas. Obscena, chancha, voluptuosa. Es una exageración constante. Realmente un espectáculo sin precedentes ver las técnicas de cortado del samurái de bigote que tienen ahí, porcionando el bizcochuelo de queso y cebolla. Obra de Arte. Puntaje: 8.

Muzzarella: El sonido que hace esta porción al ser cortada es incomparable. Crocancia 100%. Queso rebalsante, muy rica y con carácter. Nada de andarse con chiquitas, esta porción va directo a atropellar tu paladar junto con todo su condimento. Picantita. Puntaje:6.

Notas del lugar: Qué lindo lugar que es la Mezzetta! Qué bien se la pasa en este tipo de pizzería, donde te sirven bien y nada más. Donde lo que vas a buscar lo encontrás, y rápido: buena comida. Más allá del excelente alimento que logran, refinado, sabroso, muy generoso, La Mezzetta es un lugar ameno, con historia en las paredes, con mucho barrio, y con una simpleza que asombra. El lugar no es chico, pero tampoco es enorme: la pared lateral izquierda cuenta con unas barras de material; y todo el lateral derecho es caja, barra y lugar de salida de las pizzas; en el medio, la heterogeneidad del comensal compañero parado, este espécimen es bien de barrio, un grupo de asiduos formado por señoras, jóvenes, gente de la zona y después el clásico taxista habitué que copa la parada y cerca el estacionamiento de la pizzería. Cero glamour, cero complejidad, 100% sabor.

CRITICA DE PM
Empanada: De las mejores de varios barrios a la redonda, pero terrenal. Está hecha al horno y la dejan descansar en una bandeja debajo del mismo horno, como santiagueño durmiendo la siesta a la sombra de un arbol. Es un centrodelantero grandote, pesado, dificil de marcar. Sólo hay que tirarle el pelotazo y él se encarga del resto. Puntaje: 6.

Fugazzeta: Arranca por la derecha el genio del futbol mundial, y deja el tendal. ¡siempre La Mezzetta! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! ta ta ta ta ta ta ta...  Goooooool... y Gooooool... ¡Quiero llorar! ¡Dios santo! ¡Viva la fugazzeta! ¡Golazo! ¡Maradona! Es para llorar perdonenme. La Mezzetta, en una porción memorable, en la porción de todos los tiempos... barrilete cósmico... ¿de que planeta viniste? Puntaje: 8.

Muzzarela: Si uno tiene tiempo, deberia tomarse 5 minutos para ver al maestro pizzero cortar las porciones ni bien le llega la pizza entera. Su gran cuchillo divide equánimemente en tajadas y al bajar afilado entre una marea de queso, se escucha el crugir de la masa, como si se cortara una tostada. Cuando esa deidad llega a chocar con nuestros dientes, se repite el crunch; mientras que el queso se dispersa en la boca y la invade con furiosa presencia. Puntaje: 6.

Notas del lugar: En cualquier lugar del mundo que uno esté, si ve un lugar de comidas y hay muchos taxis alrededor puede estar seguro de dos cosas: en ese lugar se como bien y barato. La cantidad de taxistas que acuden a La Mezzetta es increíble. Hasta creo que si uno se sube a un taxi en cualquier lugar de la Ciudad y le dice "a La Mezzetta", y el tachero no la conoce, el sindicato le retira inmediatamente la licencia. 

CRITICA DE LP
Empanada: Mamita que empanada!!, su enormidad y color ya trasmiten un respeto. No apto para mujeres que comen como pajaritos. La empanada de La Mezzetta tiene la característica de casi no poseer oxigeno en su interior, rellena al tope y perfectamente repulgada que hacen que su gran jugosidad apenas se asome sobre su extremidad final. Un relleno impecable, con una carne precisamente grasosa y un huevo cortado con dedicación le dan a esta empanada una gran puntuación. Pídase una docena y alimente a su familia!! Puntaje: 7.

Fugazeta: Qué decir de esta belleza de la gastronomía porteña. Cuesta encontrarle puntos en contra a esta majestuosidad de porción. De gran tamaño, con un espesor que supera los tres dedos, esta fuggazeta se compone de una base de masa crocante, una gran cantidad de muzzarella, otra fina capa de masa y cebolla en abundancia. Al primer bocado uno ve como el queso agujerea esa pequeña masa mezclando sus componentes cual orquesta de sabor. Música señores, esta porción es las escaleras al cielo de las pizzas, excelente de punta a punta, con una finalización tan sutil que hace que el comensal grite al cocinero “ponela de nuevo, ponela de nuevo” como si fuera el hit del momento. Recomiendo degustarla lentamente y acompañarla de un vaso de moscato con soda de sifón. Puntaje: 8.

Muzarella: Esperaba mas, conociendo a su fugazzeta. Una porción paqueta, con su queso justo y un buen toque de condimento que le da un colorido importante. Sencilla por donde se la mire, y con una regularidad de sabor hasta el final. Buena compañía pero nada mas. Puntaje: 5.

Notas del lugar: Este pequeño local resume todas las características de la pizzería al paso, con su pequeñez y decoración hacen de este lugar que uno se sienta cómodo estando parado. Ir al baño es una odisea, ya que su barra en diagonal va reduciendo el fondo del local, donde se sirven las porciones, haciendo inevitable el roce y empujón con el resto de los comensales. El toque de color de esta pizzería lo da el corte del jamon al instante, lo que hace que si no hay luz, no hay pizza de morrón y jamon, característica única. Mucho autobombo decora su pared e imperdible la salida de la fugazzeta del horno. Ver esa pizza entera y su posterior corte es un espectáculo, imperdible, quédese a esperar ese momento mágico.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Séptima porción: Pizzería Güerrín

Pizzería Güerrín - 28.12.11 - Av. Corrientes y Uruguay.   Fundada por italianos en 1932 y desde hace varias décadas referente de la zona céntrica porteña. Siempre colmado de gente, tanto en las barras que están cerca de la entrada como en las mesas del fondo, sacan pizzas al molde o media masa una detrás de la otra. Posee un escudo identificatorio que conjuga la italianidad de sus inicios con el Obelisco porteño. Tiene muchos fanáticos que hasta han incluído un artículo en Wikipedia. Precio del combo con gaseosa: $25. 


CRITICA DE MM
Empanada (al horno): Ni muy muy ni tan tan. Buen tamaño, masa regular y relleno malo. Cuesta un poco terminarla debido a estas variables encontradas. Empanada timidona, sin jugo, demasiado respetuosa. A pesar de todo aprueba por las ganas que tiene de ser y por la carnosidad que llega a conseguir llegando a la mitad de la empanada. Puntaje: 4. 

Fugazzeta: Primero las críticas: Masa esponjosa, no es de mi gusto. Cebolla demasiado fuerte, poco cocinada (me arriesgo a decir que es por la salida que tienen las pizzas en Güerrin, y no debe haber mucho tiempo para prestarle demasiada atención a detalles, que para mi hacen a una buena fugazzeta). Ahora las cosas a favor: le meten jamón. No es lo tradicional que uno pida una fugazzeta y le pongan jamón (de hecho en algunas pizzerías es otro pizza esta, es decir, hay fugazzeta y fugazzeta con jamón, para elegir), pero en Güerrin te lo chantan sin preguntar y me parece bien. Sube un punto por esto. A nivel general se deja. Puntaje: 5.

Muzzarella: Desilusión. Fui a ver la mejor película de mi vida pero me fui un poco masticando bronca, o mejor dicho, me fui masticando una porción de muzza demasiado esponjosa, sin carácter, simplona. A nivel personal, y esto va para todas las pizzerías, me molesta la modalidad (bastante común) de que haya frascos de condimento diseminados en las barras; esto me predispone mal, ya que adelanta o denota que la pizza que me van a dar de comer no está condimentada, o sea, es un standard. Perdón, pero a mí me gusta que el maestro pizzero haga su trabajo, termine su pizza, la condimente a su gusto, culmine su obra de arte, me proponga algo de él en cuanto a sabor, algo distintivo. Si estoy ahí es por su gusto y su habilidad de maestro pizzero. Y el tema es que la muzza de Güerrin dista de un toque final, le falta esa pizquita de condimento o carácter para terminar de cerrar: es masa eponjosa, salsa y queso fundido y gratinado (quizás este es el punto en el que se diferencia de otras, pero no alcanza). Más allá de esta percepción a nivel general, voy a pasar a los detalles favorables: Buen queso, espeso, pesado; increíble gratinado en la parte superior, lo justo y necesario; y una salsa dulzona muy especial. Aprueba por su historia. Puntaje: 4.

Notas del lugar: Centro neurálgico, pizzería de gran tradición, Güerrin es número puesto. Baluarte incondicional de las pizzerías al paso y pilar de la historia misma de Buenos Aires. El lugar destinado a la pizza al corte (el que nos interesa) es mágico y pequeño: todo transcurre en un espacio reducido, lleno de gente yendo y viniendo, empujones, charlas con la boca llena y silencios de masticación. Güerrin fomenta un poco esto de la camaradería y de comer frente a frente con un desconocido, mirándole la cara; la disposición de una de las  barras centrales permiten esta práctica tan noble. Por su ubicación geográfica, la fauna que frecuenta es de lo más variada y heterogénea, anque muy joven y moderna en relación a otras pizzerías al paso. Es llamativa la juventud de los empleados que reparten el alimento.


CRITICA DE PM
Empanada: La opción de frita o al horno debería ser redundante: frita para todo el mundo. Posee un bronceado cobrizo producto de su fritura profunda, un interior con mucho relleno, un punto de jugosidad correcto, y un final de sabor atrayente. Su elaboración es absolutamente a la vista: en la propia barra un empleado las relenaba y repulgaba delante nuestro. Le faltó un poco de sazón (un punto de comino o pimentón quizás) y era excesiva la cantidad de huevo duro. Puntaje 6. 
Fugazzeta: ¿Qué hacía una feta de jamon cocido entre el queso y la cebolla? Innecesario. No te dan la opción de pedirla clásica: masa, queso, cebolla. Y listo, nada más. Más allá de esto, la masa no estaba bien cocida en algunos puntos y a pesar de ser finita, tenía ese gusto a levadura y esa contextura chiclosa de la masa cruda. Por otro lado, al tandem queso-cebolla le faltaba explosión, pique corto, desborde, sorpresa...en fin: la mandamos al banco de suplentes. Puntaje: 4.

Muzzarela: Masa: amistosa, amable, querendona. Salsa: compañera, dicharachera, agradable. Queso: rebosante, sabroso, alegre, crocante, suculento, imponente, doradito, indiscutible. Esta combinación le deja a uno poco oxígeno en el cerebro para hilvanar frases congruentes, por lo que vuelco simplemente la sucesión de adjetivos que tuve al probar esta delicia. Puntaje: 7. 

Notas del lugar: Tanto al mediodía como a la noche uno puede encontrar todo tipo de personajes que deambulan por la avenida que nunca duerme. De atención rápida y eficaz, goza de un horno a leña que es una de las claves de sus productos. Merece ser visitado.


CRITICA DE LP
Empanada: Güerrín tiene la opción de elegir horno o frita. Me decanté por la segunda. Una fritura tal vez excesiva, junto con un tamaño importante es lo que nos encontramos al recostarse sobre nuestra mirada. Una gran cantidad de carne y huevo hacen de ella una pequeña bomba encubierta, con una jugosidad medida, pero con una sabrosidad asombrosa. Su aceituna sin carozo es molesta pero pasable. De las mejores fritas del mercado. Puntaje:7.

Fugazzeta: Una sorpresa me lleve al recibir la porción. Tenía dos fetas de jamón entre la masa y el queso. Me ilusioné por un momento, pero no. Cebolla media cruda y rosada (quien sabe por que), un queso pasado, medio frio y una masa gomosa hacen que el comesal popular le cueste terminarla. Puntaje: 3.

Muzzarella: La Maradona de las muzzarelas. Amada por millones, odiada y envidiada por unos pocos. Hermosa desde cualquier ángulo. Su queso, el mas dorado de Buenos Aires, cae en forma de cascada ocultando su masa uniforme. Una salsa riquísima decora el tronco. He aquí tal vez el único debe de esta porción, su tronco no es lo suficientemente crocante. Del primer al último bocado es un orgasmo de sabor, con su muzzarela derritiéndose por doquier. Con su sabor que se mantiene desde hace mas de 20 años, es de las mejores de este recorrido. Gracias por la magia Güerrin! Puntaje: 7.

Notas del lugar: más de 20 años pasaron desde que conocí este lugar. Una noche de julio, mi querido padre me llevó. Hoy en dia se mantiene igual, la muzzarella es la misma, lo que habla de una regularidad asombrosa. La juventud de su atención no suma a la propuesta. La clientela es variada, mucho artista, mucho extranjero. El sector de “dorapa” es pequeño, lo que hace el choque y las maniobras inevitables.


CRITICO INVITADO: El "tincho".
Porción de Fainá: la fainá es como el arquero: está en un puesto ingrato. Un error y sos el peor y si atajás todo, para eso te llevaron. Con la fainá pasa lo mismo: si está mala, arruina a la pizza. y si esta muy buena, acompaña bien. En este caso cumplía su función de acompañar. Esponjosa, buena altura, cortada en forma irregular y fundamentalmente fria (temperatura ambiente). En un partido tranquilo, en el cual no lo cascotearon demasiado, este golero respondió bien y mantuvo el arco en cero. Aprobó: Puntaje: 5.

Empanada de Jamón y Queso: rubias y morochas posan en la marquesina del teatro vecino y para no ser menos, en las bandejas de Güerrín posan empanadas para todos los gustos. Si señores: hay al horno y fritas, y de varios sabores. Desde un principio esta empanada curvilinea invita a uno a pispearla. Se la ve potente, bien pulposa, exuberante por todas partes, como las antiguas vedettes del teatro de revista. Sin siliconas, todo natural. Una empanada digna de la calle Corrientes. Muy buena masa, gran cantidad de relleno, y el punto justo de fritura. Una empanada cabaretera!! de las de antes!! El primer mordisco trae a la memoria a Nélida Roca bajando la escalera del teatro, y con el correr de la degustación la imagen deviene en el saludo de la diva y posterior ovacion. La misma que se lleva esta empanada luego del último bocado. Pasivos palermitanos amantes de las escualidas abstenerse, esto es cosa seria. 8 puntos.      

martes, 27 de diciembre de 2011

Sexta porción: pizzería El Fortín

El Fortín - 27.12.11 - Lope de Vega y Alvarez Jonte. Es el centro geográfico y sentimental de Monte Castro, Devoto y alrededores. Incluso hay parroquianos que comentan que los empleados de El Fortín, son muchos de los comerciantes de la zona que no han tenido suerte en sus emprendimientos. Con casi 5 décadas en el mismo lugar (ampliaciones de por medio) no hay vecino que se atreva hablar mal de sus pizzas. Precio del combo con gaseosa: $25,5.


CRITICA DE MM
Empanada: Uy uy uy. Que empanada por dios… Gran exponente de la empanada al horno. Robusta, rellena, bien rica, con una aceituna entera y con carozo (como se debe y se acostumbra). Traicionera: Chorrea en el final que da gusto. Esta empanada me dejo durante la ingesta con una mano completamente inutilizada; sólo me servía para seguir comiéndola a ella. Celosa, muy celosa. Puntaje: 6.

Fugazzetta: Exquisita y refinada. Crocante al punto máximo, rica y sustanciosa desde el primer momento al último bocado. Puntaje: 6

Muzzarella: Un tanque. Avasalladora media masa, crocante y despilfarradora de queso. Una muzzarella picante, de carácter fuerte. Su toque distintivo está en el condimento, y su aceitocidad inmejorable. Una obra de arte pintada con brocha gorda. Puntaje: 7

Notas del lugar: El Fortín es una pizzería al paso. Punto. Ni más, ni menos. Vas y conseguís lo que tenés. Pizza al corte, gente apiñada que come rápido y se va, atención seca pero amable (y muy rápida), barras llenas de servilletas sucias y platos de metal... Visiten El Fortín y aprendan.  

CRITICA DE PM
Empanada: De tamaño importante, jugosidad que chorrea entre el dedo índice y el pulgar, y cantidad de relleno a discreción. Su masa es crocante por fuera y contiene por dentro un producto de gran sabor. Bajó un punto por ser al horno (y no frita), y por la pereza del ayudante de cocina que puso una aceituna entera y con carozo en su interior. Puntaje: 6.

Fugazzeta: Possedora de un sabor uniforme del primero al último bocado, lo transporta al comensal a una dimensión de fugazzetas donde pocas entran. Me tocó una porción con el queso poco derretido y eso le bajó un puntito en la tabla. Puntaje: 6.

Muzzarela: Es la Holanda del '74 de las muzzarellas. Gane o no, va a ser recordada por generaciones. Una porción suculenta de altura importante y un piso crocante. A la vista resaltaban sus pinceladas de salsa por encima del queso, el cual recubría el 100% de la porción, rebalsando por fuera del "tronquito". Agradable gusto, dejo picantito con el seudo chimi que tiene por encima, muy comible de principio a fin. Puntaje: 7.

Notas del lugar: Un exponente fiel de la pizzería al paso, lleno de taxistas, comerciantes de la zona y algún que otro fanático que sin ser del barrio ha reincidido en más de una ocasión. Sus pergaminos hablan de un lugar con historia y tradición, y la calidad de sus productos avalan dicha condición. 


CRITICA DE LP
Empanada: Gigante, horneada ella. Una cocción perfecta externa e internamente. Sabrosa carne picada y condimentada en el punto justo. Una jugosidad que se derrama sobre nuestros dedos la define. La falta de huevo y la aceituna con carozo quedan en el debe de esta simpática empanada. Puntaje: 6

Fugazzeta: Un primera sensación visual que genera dudas. Muy blanca y palida ella, sin un minimo bronceado pero firme en todo su cuerpo. Una porción regular si las hay, con un sabor parejo de principio a fin. Perfecta cocción y crocante. Queso y cebollas suaves que se contrastan a la rigidez de su forma. En fin, bastante sabrosa, pero su falta de color y suavidad no son compatibles con lo esperado. Puntaje: 6

Muzzarella: Tamaño exuberante. Esta porción es recubierta de punta a punta por un queso que desdibuja su contorno. Uno no sabe hasta probarla si debajo de esa capa hay masa o una milanesa. Una pinceleada de chimi le da el toque de la casa. Muy rica de principio a fin, pero con una masa demasiada gruesa para ciertos paladares. Muy particular y única dentro de la raza de la muzzarella. Puntaje: 6

Nota del lugar: Una esquina que denota lo añejo del local. Con su atención a cara de perro como se debe, este recinto futbolero se destaca no solo por sus pizzas, sino también por sus pan dulces navideños que decoran la vidriera y sus postres variados y extravagantes (intrigante el postre de la casa a $85). Lugar ameno y amplio en el que uno puede elegir barra, mesada o mesas. Recomendable pegarse una escapada.


CRITICO INVITADO: El negro Joe (parroquiano de la zona)
Jamón y morrón:  En mi opinión (o sea esto es un punto indiscutible) esta porción de jamón y morrón es generosísima, muy zarpada; nada de pijoteos al cohete con los ingredientes ni mariconadas; masa grosa, crocante, muzza que desborda y chorrea, jamón y jamón, y jamón, y jamón (esto es verdad, la porción tiene un promedio de 4 fetas de jamón) y morrón en toda la porción: un pedazo de verdad (como medio morrón arriba de la porción). El moño de este despilfarro de sabor, antes de la excitación final, un chorrazo de chimi arriba... Muy buena, a comerla... Puntos: 7

lunes, 26 de diciembre de 2011

Quinta porción: pizzería Pirilo


Pizzería Pirilo - 23.12.11 - Defensa y Av. Independencia, San Telmo. Local de pocos metros cuadrados y pocos afortunados comensales acodados en la barra, ofrece Muzza, Fugazza con queso, Fainá y una mística porteña eterna. Al mostrador aparece desde el fondo una pizza del tamaño de una rueda, que la maestra pizzera va cortando en porciones irregulares y entregando en mano a los presentes. El moscato marida a la perfección con la porción. Fundada en 1932 es paso obligado de taxsitas y conocedores del barrio. Precio del combo con gaseosa (pero sin empanada): $19. 









CRITICA DE MM
Empanada:No hay empanadas en este lugar. 

Fugazetta (llamada fugazza con queso): No es exactamente, o explícitamente fugazetta, pero se comporta para el lugar de la misma manera. Esta variante es a la vista como una pizza rellena, con queso por dentro y cebolla en la parte superior. El primer mordisco es perfecto, mágico, irrepetible. Si calificáramos primeros mordiscos en porciones de pizza este sería un 8. Pero después viene toda la porción y la magia se acaba, o mejor dicho, el queso. Ya llegando a la mitad van a estar comiendo masa, que es extremadamente rica, ojota, pero a uno lo llevaron muy arriba antes y que no mantenga un nivel de sabrosidad es un poco un pecado. Puntaje: 4.

Muzzarella: Un deleite. Crocante, chorreante de queso, simple, imperfecta y deliciosa. Esta increíble porción de muzza es servida en servilleta gruesa, en mano. Simplemente de otra galaxia, de otro tiempo. Puntaje: 6.

Notas del lugar: Pirilo es un lugar muy especial, de algún modo es como entrar en una burbuja de tiempo. Los cuadros, los carteles, las fotos, hasta las formas de servir pizza parecen de otras épocas. Los detalles abundan, en un lugar muy reducido, y lo convierten en un espacio sumamente mágico y llamativo. Las pizzas, más grandes que lo que nosotros entendemos por pizza grande, servidas en bandejas de metal (hondas, como si fueran un plato hondo gigante) son cortadas en porciones imperfectas por una señora de pelo blanco, que las sirve con celeridad y gesto adusto. El cobro se hace al final de la ingesta de alimentos, y uno mismo le dice a esta señora que es lo que consumió. La visita a Pirilo es recomendable al máximo.    


CRITICA DE PM
Empanada: no tiene. Fea la actitud.

Fugazzeta: En la pizarra de precios dice "fugazza con queso", no existe la categoría fugazzeta. Más allá de esto, cumple con la esencia de la cebolla y el queso. Sin embargo va de mayor a menor: los primeros mordiscos provocan sensaciones hedonistas, pero se va diluyendo a medida que se llega al borde, hasta terminar convirtiéndose en algo casí insípido, como un marcador de punta sin marca ni proyección. Puntaje: 5.

Muzzarela: Una porción resume la diversidad del barrio. Uno puede encontrar un suntuoso hotel al lado de un conventillo, o un grupo de turistas del norte de Europa bailando canciones navideñas en un bar cervecero junto unos borrachines locales. La muzza de Pirilo tiene esta misma heterogeneidad: si tenés la suerte que te toque un pedazo del medio es algo mágico, pero si no te toca la diosa fortuna, te puede tocar un bocado de poco queso o mucha salsa. Su contextura finita y su buen sabor invita a pedir revancha en la porción. Puntaje: 5.

Nota del lugar: La esencia de San Telmo en su máxima expresión. Lugar de gente de pocas palabras, turistas, taxistas o parroquianos que conocen bien las reglas del lugar. Decoración minimalista donde sobresalen los banderines y fotos del Candombero (hinchas del docke abstenerse) y una mística flotando en el ambiente que le agregan condimentos destacables. Un párrafo aparte merece la faina: sublime, majestuosa, crocante y sabrosa. De las mejores de la ciudad. 


CRITICA DE LP
Empanada: inexistencia de la misma.

Fuggazzetta: Entre la mozzarella y la fuggazetta esperé unos 10 minutos, necesitaba que este recién salida. No es la clásica porción, en el cual existe el orden predeterminado, masa-mozza-cebolla. Esta porción era una especie de rellena. Con un primer bocado impecable, uno se ilusiona con llegar a la perfeccion, inigualable. Pero luego va en picada. Entre la escasez de cebolla y la ausencia de queso sobre el final, la decepción es tremenda más allá de que uno puede percatarse de lo casero de la masa. La fugazzeta de Pirilo no deja de ser como esos clásicos del fútbol argentino, que arrancan palo y palo con animos de goleada, hasta desinflarse en el cero a cero. Puntuacion: 5.

Mozzarella: Pirilo posee dos cualidades únicas dentro de las pizzerías al paso en cuanto a la mozzarella. Una es el tamaño de la pizza, el doble de la cual conocemos. Lo que hace su segunda cualidad extraordinaria, que el corte no se uniforme, sino que es “como venga”. Tuve la fortuna, por su extravagancia, de recibir mi porción sin tronco. Mucha cantidad de queso, y un excedente de aceite, servido en servilleta de papel, por lo cual la mozzarella se pegaba a la misma, tal vez molesto por un lado, pero sincero por el otro. La mozzarella de Pirilo tiene esa particularidad de que uno disfruta su incomodidad. Porción sobria, muy rica, irregurar en cuanto al espesor de su masa. Recomendable degustarla apenas salida del horno, al ser tan grande la pizza las ultimas porciones dejan mucho que desear, lo que rebaja su puntaje. Puntaje: 6. 

Notas del lugar:  Si la Floridita cubana tiene a Hemingway como símbolo del daiquiri, Pirilo tiene a su Hemingway de la pizza representada por el “bostero”. Conocedor tachero de la noche porteña. EL libro abierto de la pizza. Un clásico de este lugar. Personajes como éste iluminan la tenue imagen de este reducto histórico. El club San Telmo decora la ocasión, junto con un Clemente personalizado. Con una incomodidad que se adquiere al superar los 8 comesales, su atención única muy característica, el cliente le dice que cobrar a la maestra pizzera. Muy poca variedad de estilos, solo faltaría la de carne que tanto añoramos. Muy recomendable.