Angelín – Av. Córdoba 5270, Villa Crespo. Fundada en 1938, se autoproclaman “creadores de la pizza canchera”. De rápido expendio de comida y salón con barra para acodarse, contiene además un salón trasero para quien quiere pasar horas y horas y un balcón francés colgado a la pared, que seguramente guarda recuerdos de cada uno que lo visitamos.
Empanada: Frita, buena presencia, textura y masa excelentes a la vista, pintaba para crack... Pero el relleno estaba frío. Buen sabor, pero esperaba que cumpliera las mínimas expectativas. Decepcionante. Puntaje: 3.
Fugazzeta: No pasa desapercibida pero está ahí eh... aprueba por el gratinado. Puntaje: 4.
Muzzarella: Deliciosa e inigualable. La muzzarela de este lugar es de mis preferidas. El tomate dulce está elaborado con una dedicación que pinta la porción con un toque distintivo. Puntaje: 6.
Notas del lugar: Tengo que confesar que Angelín es de mis lugares pizzeros preferidos. Su parquedad decorativa, sus espacios para comer, la velocidad, la calidad de las pizzas, hacen de este un lugar imperdible y de visita obligatoria. Larga vida a Angelín!
CRITICA DE PM
Empanada: Arrancó hermosa como una morocha que enamoraba, pero terminó siendo una rubia hueca, insulsa y fría. Al parecer a determinada hora, las empanadas van del freezer directo al aceite humeante, pero el no tener un correcto manejo de las temperaturas hacen que por afuera este cocida, pero por dentro casi congelada. Puntaje: 4.
Fugazzeta: Si bien sigue el estilo retacón como marcador de punta de la década del 80, la suerte me envió una porción bastante regada de queso y cebolla. La combinación de ambos ingredientes dejó buen recuerdo en el paladar, pero le faltó personalidad para transformarse en algo mucho más convincente. Puntaje: 5.
Muzzarella: Porción pequeña, casi chatita, minúscula y tímida. Cuando la probás muestra la misma timidez en el queso que contrasta con el ímpetu que la salsa le pone. Pero no alcanza. Entonces, un goloso de ley le decide dar una chance más, va por la revancha y… más de lo mismo. Una salida en falso del arquero en el córner, un marcador central brasileño queriendo salir jugando con cabeza levantada, un centrito para que le salgan chichones a los defensores rivales. Puntaje: 3.
Notas del lugar: Desde la calle atrae su aroma a aceite que fríe las empanadas, tienta como cuando de chico pasábamos cerca de un vendedor de garrapiñadas que tiraba azúcar apropósito en su perol de cobre para que el olor cubra toda la cuadra. Las empanadas salen rápido pero para la pizza al corte hay que tener suerte de que esté recién hecha, la que uno quiere comer. Lo más rescatable es la tradición que se mantiene casi intacta, dentro de un barrio lleno de “caras conchetas y miradas berretas”
CRITICA DE LP
Empanada: Pero que rica masa la de esta empanada frita señor! Creo que la disfrute la masa aceitosa como nunca ya que la carne...la caaaarneee....todavía la estoy buscando!! Flaca, granulienta por el aceite caliente, y un relleno sabroso desperdiciado por la frialdad (literal) de su contenido y su escases pronunciada. Fue como ver un clásico a puertas cerradas. Tiene todo para ser una gran empanada...de usted depende señor repulgador... de usted depende!! Puntaje: 4.
Fugazzeta: Llego a casa, agarro la prepizza de la heladera, pico mucha cebolla, la salteo, le incorporo toda la muzza que me queda y al horno. La saco en el momento justo, y la disfruto como el mejor. La fugazzeta de Angelín representa lo típico de la cocina casera, que uno puede llegar a disfrutar mucho, pero con el particular gustito de una prepizza hecha en casa. Muy rica por cierto, pero sin ese no se qué que nos pide una fugazzeta al paso. Media masa para abajo, esponjosa ella, rica muzza, rica cebolla, dorado al punto, muy disfrutable en su esplendor, pero sin la personalidad que se esperaba y merecía. Puntaje: 5.
Muzzarella: Si hablo de salsa, no hablo del mítico baile alegrón caribeño...sino de la sorprendente la cantidad de tomate triturado que posee esta porción. Esa es su mayor característica y virtud, la dulzura de su exuberante salsa. Porción sencilla, media masa tirando a casi a la piedra y una cantidad muzzarella justa, hacen que uno le tome cariño por su humildad y pida repetición para ver si la próxima viene mejor...pero no. No deja suficientemente satisfecho al comensal ni en cantidad, ni tiene un sabor rutilante....de salsa no se puede vivir muchachos. Puntaje: 4
Notas del lugar: En una zona de outlets y bares de repunte, abre sus persianas un mítico pequeño local porteño, el cual se jacta ser el inventor de la pizza de cancha, Angelín. Lugar con todas las características que tiene que tener la pizza al paso. La particularidad que suma a nuestra visita, es que a medida que uno hace su pedido, en el mostrador le anotan en un cartón rectangular los valores del mismo, que luego de finalizar la jornada, el cajero suma con rapidez y eficacia.